La opinión de Estados Unidos sobre Oriente Medio

Los ocho años del Presidente Bush en el cargo no sólo no lograron traer la paz al Medio Oriente, sino que la guerra en Irak que lanzó en nombre del "antiterrorismo" sólo hizo que el Medio Oriente fuera más caótico. Antes de que Obama asumiera el cargo, el ejército israelí lanzó un ataque a gran escala contra Gaza y estalló un conflicto sangriento sin precedentes entre Palestina e Israel. Esta guerra ha comenzado a poner a prueba sus nervios, pero también le ha recordado que el caos en Medio Oriente es un tema importante que debe abordar seriamente después de asumir el cargo.

Ahora que Obama ha llegado al poder, a juzgar por sus discursos y diversas situaciones, la política de Estados Unidos en Oriente Medio inevitablemente se ajustará, pero el objetivo fundamental de salvaguardar los intereses estratégicos y económicos de Estados Unidos en Oriente Medio no cambiará. "El palo y la zanahoria" siempre han sido los medios tradicionales de la diplomacia estadounidense, y Obama no renunciará fácilmente a medios de alta presión como la disuasión militar y las sanciones económicas. Pero Obama podría prestar más atención a medios diplomáticos como el diálogo y la negociación para frenar los impulsos belicosos y evitar una guerra precipitada.

Obama será cauteloso respecto del unilateralismo y puede confiar más en el papel de las Naciones Unidas, buscar coordinación y cooperación de los aliados europeos Rusia y China, y ganarse el apoyo de la mayoría de los países árabes. En las conversaciones de paz palestino-israelíes y en la cuestión nuclear iraní, se debe prestar más atención al papel de los mecanismos cuatripartitos y sexpartitos.

Obama también hará todo lo posible para reparar la imagen de Estados Unidos en el mundo árabe-islámico, cambiar la política de "amigo o enemigo" de la administración Bush y frenar la implementación del "Gran Medio Oriente". Plan de Transformación Democrática."

El ajuste de Obama en la política de Oriente Medio no es renunciar a los intereses estadounidenses en Oriente Medio, ni deshacerse del caos en Oriente Medio, sino mantener más eficazmente la posición dominante de Estados Unidos en Medio Oriente y lograr mejor el dominio estadounidense en el Medio Oriente. Algunas personas piensan que Estados Unidos se reducirá estratégicamente en Medio Oriente, pero aún está por verse. Durante los ocho años transcurridos desde que Bush asumió el cargo, el poder duro y blando de Estados Unidos ha disminuido desde su punto máximo y ahora enfrenta una grave crisis financiera y económica. Después de asumir el cargo, Obama se centrará en la economía interna. Diplomáticamente, se sentirá impotente en temas candentes, incluido el Medio Oriente, y sus prioridades pueden cambiar. Sin embargo, Oriente Medio seguirá siendo un área clave que Estados Unidos debe controlar, lo cual está determinado por los intereses estratégicos globales de Estados Unidos. La lucha contra el terrorismo, la no proliferación, el control de los canales de transporte para la producción regional de energía y la promoción de la democracia estadounidense seguirán siendo el contenido central de la estrategia de Estados Unidos para Oriente Medio.

En cuanto a los tres principales puntos conflictivos en Medio Oriente, Obama ha dicho que después de asumir el cargo, aprovechará la oportunidad para promover las conversaciones de paz palestino-israelíes para lograr resultados. Después de asumir el cargo, Obama necesitaba urgentemente abordar dos cuestiones importantes: primero, la victoria de la derecha de Israel en las elecciones y la llegada de Netanyahu al poder pueden obstaculizar el proceso de paz y cómo avanzar en él. El segundo es cómo ver a Hamás. El sangriento ataque a Gaza demostró una vez más que es difícil destruir a Hamas por la fuerza, y los palestinos y el mundo árabe se opondrán firmemente a ello, mientras dividen a Hamas y Fatah, será difícil reiniciar las conversaciones de paz palestino-israelíes; Para lograr la reconciliación entre las dos facciones palestinas, es necesario llegar a algunos compromisos con Hamás, y es difícil para Estados Unidos e Israel dar este paso.

Durante la campaña, Obama propuso retirar las tropas de Irak en un plazo de 16 meses. En su discurso de toma de posesión también afirmó que retiraría las tropas de Irak de manera responsable. Pero si realmente quiere implementar la retirada, encontrará que la situación es muy complicada. En primer lugar, Estados Unidos gastó 2,3 billones de dólares en la guerra de Irak, pagando un precio enorme: las vidas de más de 4.200 soldados y la discapacidad de más de 60.000 personas. A cambio, derrocó al régimen de Saddam Hussein y ocupó militarmente Irak. . A Estados Unidos le conviene mantener el control de Irak. Garantizar el control estadounidense sobre Irak, prevenir el resurgimiento de Al Qaeda y sofocar las guerras entre sectas y grupos étnicos en Irak son requisitos previos para la retirada de las tropas. Por lo tanto, la retirada de las tropas según lo previsto depende de la situación.

Durante la campaña, Obama dijo que mantendría conversaciones de alto nivel con Irán después de ser elegido. Posteriormente, enfatizó que Irán debe detener sus actividades de enriquecimiento de uranio y su apoyo al terrorismo. Irán dijo que su discurso era inaceptable. La esencia del conflicto entre Estados Unidos e Irán es que Irán quiere desempeñar el papel de potencia regional en Medio Oriente, lo que entra en conflicto con el objetivo estratégico de Estados Unidos de monopolizar Medio Oriente. La cuestión nuclear iraní es sólo un síntoma de la contradicción entre Estados Unidos e Irán. Las políticas represivas de Bush hasta ahora no han logrado obligar a Irán a someterse. Debido a las lecciones aprendidas de la guerra de Irak, Bush no se atrevió a lanzar un "ataque preventivo" contra Irán durante su mandato. Por supuesto, Obama no utilizará precipitadamente la fuerza contra Irán. Queda por ver cómo Obama maneja el conflicto con Irán.

El hecho de que Obama pueda relajar las relaciones con Irán también afectará la dirección de los otros dos temas candentes. Irán tiene una influencia considerable sobre los chiítas iraquíes, especialmente el Ejército Mahdi dirigido por Sadr y el palestino Hamás. Los musulmanes chiítas de Irak desempeñan un papel importante en la dirección de la situación en Irak. Que Hamás pueda cambiar su postura de línea dura de utilizar la fuerza para resistir a Israel es una de las claves para el buen progreso de las conversaciones de paz palestino-israelíes. En resumen, los tres principales puntos conflictivos de Oriente Medio siguen siendo pruebas severas e inevitables para la capacidad diplomática de Obama.