Solo sé que ha llegado el final del otoño, trayendo consigo los recuerdos de demasiadas personas. Es una elfa nostálgica que indaga en nuestro pasado más suave.
Las sombras bailan, las hojas caídas están afinadas y una sinfonía de jacintos y hojas muertas suena en el bosque. Agite algunas notas mientras tiembla, forme un equipo de baile dorado bajo el perezoso sol de finales de otoño y realice el baile de despedida final.
En otoño, tu ternura se tiñe de color poético. No tienes la grandeza de la esperanza primaveral, demasiadas flores confunden tus ojos; no tienes la frivolidad que arde en el verano, has trabajado demasiado y te has perdido, no eres tan frío como el invierno, martillando; Fuera un río Se acabó, congelando el calor en tu corazón. Sólo tú, con tu sabor único, traes a la memoria demasiados acontecimientos del pasado, haciendo que la gente reflexione y recuerde profundamente... El viento pasa y el bosque se sacude todos los pensamientos. Sasha Vujacic...Sasha Vujacic...¿es este el sonido de la despedida? En el aliento fresco, acompañado por varios cantos de gansos salvajes, vagué de un lado a otro en el mundo sin límites...
Las cuatro estaciones van y vienen. ¿Cuántas veces se pone el sol? Despídete del mar de flores, despide las hojas verdes, dejando solo este crisantemo otoñal solitario y de color amarillo oscuro, contra la puesta de sol amarillenta en el horizonte, volviendo el mundo marrón. Desde la antigüedad, la despedida siempre ha sido en otoño, lo que también deja un toque de poesía detrás del viento otoñal que sopla entre los sauces de la orilla del río.
En otoño, demasiada gente se emborracha en tus brazos. Me encanta tu sencillez y tranquilidad, y me gusta disfrutar de tu suave caricia. Quiero dormir y ser enterrado en el pasado.
Me gusta caminar entre los árboles ralos y en descomposición y sentir las vicisitudes de la vida reveladas en la aspereza. Aturdido, me pareció oler la fragancia de los campos de arroz. La escena que traía la fragancia estaba muy lejana, pero parecía que fue ayer. ¡Lo que aún perdura es la infancia! La edad de la inocencia, la edad de la felicidad. Las figuras emocionadas se perseguían en los campos, los vítores resonaban en los rostros sonrientes de las flores y plantas. Nunca cansado, nunca preocupado. La figura que corre transmite felicidad a todos los rincones del mundo de la cosecha. La risa infantil hizo que el atardecer fuera aún más brillante. La risa, el baile y la voz perdida hace mucho tiempo son las llamadas de nuestra familia, que nos llaman a volver a casa traviesos. La hermosa profecía cuenta la historia del lobo: "Si no vuelves a casa, el lobo vendrá y te llevará."...
Un sonido de lágrimas y escenas que tocan el corazón de las personas. . En esta temporada de finales de otoño, desenterra los acontecimientos pasados en nuestros corazones. Cierra los ojos, escucha con el corazón y mantén ese sentimiento en tu corazón junto con la puesta de sol. El viento trae algunas risas infantiles y fluye a través del pasado, golpeando mi corazón ahora vacío.
El tiempo vuela y, antes de que te des cuenta, el pasado ya ha quedado enterrado bajo gruesas hojas. Demasiadas preocupaciones, demasiadas opciones, demasiadas decepciones hicieron que mis pasos vagaran en el sombrío viento otoñal. Hay tanta nostalgia, pero nunca puedo dejar que el final del otoño se me escape de las puntas de los dedos. Mientras caminaba por un camino rural, miré hacia arriba y sin darme cuenta aterricé sobre un granjero que estaba cosechando arroz. Sentí como si algo me doliera el corazón, una sensación de pérdida. Cuando era niño, el rostro sonriente de mi padre apareció en mi mente de manera inconsciente.
La figura delgada de piel oscura llevaba un palo curvo sobre sus hombros. Ambos extremos del palo llevaban el arroz cargado de esperanza de la familia. Vio a mi hermano y a mí caminando de la mano por el camino lleno de baches desde la distancia, e inmediatamente un crisantemo brillante floreció en su rostro. Las mejillas delgadas y la sonrisa resaltan con la puesta de sol, que brilla intensamente en la sonrisa del padre.
Es una lástima que el viento y la escarcha del tiempo tallaron prematuramente los anillos de crecimiento de los años en las comisuras de los ojos de mi padre. Al igual que el color amarillento de finales de otoño, los frutos se cosechan y las ramas muertas se esparcen por todo el suelo, allanando el camino para las generaciones futuras, dejando el árbol desolado.
Hoy, muchos años después, el viento del otoño sigue ahí, sobre todo el atardecer. Sólo esperanza en la puerta. ¿Quién esperará? La figura de mi padre me abandonó prematuramente, y su sonrisa ha desaparecido entre innumerables hojas caídas. Sólo cuando el frescor del otoño lava el polvo acumulado en mi corazón, vuelvo a pensar en su figura y abro las heridas cicatrizadas.
Pero la práctica laboral real me ha tenido cada vez más ocupado, y hace tiempo que perdí el ocio sentimental de finales de otoño.
Años de transformación me han dejado con una sonrisa falsa. El rostro inocente y sonriente que una vez mostró ha sido olvidado durante mucho tiempo en la juventud lejana. Con el fallecimiento de su padre, siempre quedará sellado en el corazón. Sólo el que le gusta alguien sin querer ha estado conmigo toda mi vida.
Quizás no mucho después, las hojas caídas se fueron volando, la fragancia del arroz se desvaneció con el viento, despidiendo el suave y sentimental final del otoño, pero la historia terminó en una canción. Se acerca el invierno y todos los sentimientos se congelan. ¿Quién mirará atrás y dirá adiós a aquel final de otoño dulce, poético y sentimental?
Mirando por la ventana, la prosperidad de la realidad no puede tapar la desolación del cielo nocturno.
Sosteniendo velas y estando en silencio en medio de la noche bajo la brillante luz de la luna, no puedo contar la historia de este otoño que envejece, no puedo ocultar demasiado del pasado, y no puedo' No sé si son las cicatrices de ayer o la realidad. El ajetreo y el bullicio, dejando sólo un pedazo de desolación frotando en mi corazón...