Se estima que una vez construida la estación espacial, se utilizará para desarrollar y utilizar recursos espaciales. Cada año habrá miles de misiones para transportar personal, materiales y equipos a la estación espacial. Si estas misiones se llevaran a cabo utilizando vehículos de lanzamiento desechables, naves espaciales tripuladas o transbordadores espaciales, los costos anuales de transporte alcanzarían decenas de miles de millones de dólares. Para encontrar un sistema de transporte de ida y vuelta económico, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Japón y otros países han lanzado sistemas de transporte de ida y vuelta reutilizables.
En 1986, Estados Unidos propuso el desarrollo de un conjunto horizontal de una sola etapa totalmente reutilizable "National Space Shuttle", cuyo nombre en código era X-30. Se caracteriza por el uso de un motor estatorreactor de combustión supersónica combinado.
El Reino Unido ha propuesto un avión aeroespacial de despegue y aterrizaje horizontal de una sola etapa, denominado "Hottor" (o traducido como "Hotok", que significa "avión aeroespacial de despegue y aterrizaje nivelado") Cuenta con un nuevo motor de ciclo de licuación de aire.
En la década de 1990, propusieron nuevas soluciones con bajos riesgos técnicos y bajos costos de desarrollo. Se propuso un avión aeroespacial Sangl de despegue y aterrizaje horizontal de dos etapas. La primera etapa es en realidad equivalente a un avión de transporte supersónico, y la segunda etapa es un vehículo alado propulsado por motores de cohetes. Ambos niveles se pueden bajar horizontalmente de forma independiente. Francia y Japón también han propuesto sus propios conceptos de aviones aeroespaciales.
A finales de la década de 1980, esta locura por los aviones aeroespaciales alcanzó su clímax. También ha despertado un gran interés entre los expertos aeroespaciales chinos.