En las condiciones económicas modernas, la fiscalidad es uno de los entornos objetivos de gestión financiera de las empresas. Cómo pagar impuestos de acuerdo con la ley, utilizar activamente el apalancamiento fiscal y buscar maximizar los beneficios económicos se ha convertido en el código de conducta y el punto de partida básico para la gestión financiera corporativa. Para las empresas que buscan maximizar su riqueza, cómo lograr la carga tributaria más baja o más adecuada según lo permitido por las leyes tributarias se ha convertido en el foco de la planificación tributaria corporativa.
El valor académico de la planificación fiscal (al comienzo del artículo)
La planificación fiscal es la necesidad de que las empresas persigan sus propios intereses. La tributación, como costo de las empresas, está estrechamente relacionada con los intereses corporativos. Controlar de manera razonable y efectiva los costos corporativos y maximizar las ganancias son los objetivos comerciales de toda empresa. A través de la planificación fiscal, los contribuyentes pueden reducir de manera razonable, legal y efectiva la carga fiscal de las empresas, aumentar la tasa de recuperación de fondos, maximizar los intereses corporativos y crear vitalidad para el desarrollo futuro de las empresas. Por lo tanto, con el desarrollo de la economía social, la planificación fiscal se ha convertido cada vez más en una parte indispensable de la gestión financiera de los contribuyentes o de la empresa en general.