Se dice que la verdad que buscamos está varada en un cedro en lo alto de las montañas. Aunque el suave mundo rojo es embriagador, no es tan limpio como el hielo de todos los picos de las montañas.
Quizás nuestra vida en Huang sea solo el reflejo que deja una libélula azul volando sobre un estanque abandonado. Una hoja flota en el agua, tejiendo algunas líneas de agua, y no se ve nada.
Las personas que no pueden plantar "el placer de leer" en sus vidas son lamentables. Así como un hermoso jardín sin manantiales, sin sombra ni viento, también carece de aprendizaje o habilidad.
El carácter de "人" es jorobado y el sol poniente golpea detrás. He estado gritando toda mi vida, llena de pequeños villanos y villanos. Cuando quise gritar "amor" con todas mis fuerzas, vino el águila picoteadora de cadáveres.
Cuanto más alejadas están las personas de la naturaleza, más turbia se vuelve; es difícil practicar la soledad de Panasonic y la soledad de los dedos de bambú en un apartamento de la ciudad. La humanidad debe regresar humildemente a la naturaleza.
Por mucho que aguantes, nunca debes olvidar la humildad y el orgullo. Si la situación es miserable y miserable, entonces la persona está malcriada. Diez frases
Ven cuando quieras y no rehuyas. El deseo es la montaña ardiente en el cuerpo humano.
Olvidar los problemas no significa ignorar la existencia de los problemas, sino aprender de un cable y cortar ocasionalmente el suministro eléctrico.
Un joven me preguntó ¿cuánto tiempo tomará para lograrlo? Le dije: Sólo con decir esto no podrás lograr nada en esta vida. Los fideos instantáneos se pueden comer en tres minutos, pero no se pueden preparar en tres minutos.
El pasado era sólo un montón de hojas de otoño. Las luces y vicisitudes del pasado no son diferentes ahora. Cuando miramos el pasado con esta mirada pausada, podemos evitar volver a intoxicarnos o corrompernos.
Así como cada gota de vino no puede devolverme las uvas originales, yo no puedo recuperar mi juventud.
La “felicidad” no se puede forzar ni vender al por mayor. Tiene sus propios momentos de tranquilidad y soledad, como una noche lluviosa cuando los lectores de repente ven su propio reflejo en una taza de té.
Sentarme frente a un árbol centenario me hace llorar más que hablar con un grupo de personas. Este árbol, silencioso y quieto, es como un monumento a la virtud.
No hay plenitud en el mundo, pero no nacemos incompletos. La otra mitad del círculo la debes dibujar tú mismo. Al igual que el gesto de la luna faltante, en realidad insinúa la posibilidad de un círculo.