¿Cuál es el método Zen de pastoreo de ganado?

Lo que estás preguntando es en realidad una imagen de ocho vacas. Tomando como línea principal la relación entre el pastorcillo y la vaca, la imagen señala que el meditador ha pasado por el proceso de práctica, iluminación, ajuste del conocimiento profesional, percepción final y entrada al mundo para iluminar al público. Si los practicantes pueden comprender la situación real del proceso, no irán en la dirección equivocada. Por lo tanto, deberían comprender más acerca de la verdadera connotación de este diagrama de las ocho vacas.

(1) Buscando una vaca: Buscando una vaca es una escena en la que un joven monje busca una vaca. El toro que buscas es tu corazón, tú mismo o algún tipo de meta. Sin embargo, primero es importante saber que la vaca está perdida, es decir, darse cuenta de que la has perdido.

2 Mira las huellas: Mira las huellas En segundo lugar, el pequeño monje encontró las huellas de la vaca. Si ve un rastro, verá un rastro. Esto es para dejarnos ver el camino que debemos tomar, y también significa que el maestro buscará las huellas de los dioses.

③Mirando a la vaca: En el cuadro, el pequeño monje descubrió la cola de la vaca. Ver una vaca es ver una vaca. Si nos dedicamos de todo corazón, podremos sentir más claramente el movimiento interior y ver la cola de la vaca.

④Conseguir la vaca: Conseguir la vaca significa conseguir la vaca. La imagen muestra al pequeño monje finalmente agarrando la cola de la vaca. Aunque he encontrado mi corazón, todavía no he encontrado el camino a seguir y sigo dudando.

⑤Pastoreando la vaca: El pequeño monje le dio una nariz a la vaca y la llevó hacia atrás, lo que significa que hemos atrapado el corazón. Pero mediante la práctica continua, es necesario cambiar los hábitos a largo plazo y el laissez-faire, al igual que criar ganado, por eso se llama pastorear ganado.

⑥ Montar un toro a casa: El pequeño monje monta un toro y toca la flauta para volver a casa. Después de pasar por todo tipo de dificultades, agarré la vaca, látigo en mano, y las riendas finalmente me subí a la vaca y caminé lentamente a casa. En este punto, toda la lucha ha terminado y no se gana ni se pierde nada.

⑦Olvídate de la vaca: no hay ninguna vaca, solo el pequeño monje sentado solo. Olvidar que las vacas pertenecen a las personas es olvidar que las vacas sólo pertenecen a las personas. Por fin había llegado el momento de dejar el látigo y las riendas y volver a la vida en la cabaña. No hay dos clases de nada, sino una sola.

⑧El olvido del hombre y la vaca: el olvido del hombre y la vaca significa que el hombre y la vaca se encuentran en un estado de completo altruismo. Todo desaparece en la nada. Nada es infinito y todos los prejuicios y barreras desaparecen. El cielo es infinitamente vasto y no puede transmitir ninguna noticia. La duda, la distinción y la diferencia no pueden existir en la sabiduría. En este momento no es necesario que busquemos nada que nos despierte, y no habrá nada que nos despierte. No me quedaré en cierto estado, mis ojos no pueden verme.