Anécdotas infantiles de la infancia

La infancia, punto de partida de la vida, es tan hermosa como un sueño. La infancia es como un barco, lleno de juguetes, dulces y alegría...

Muchas cosas infantiles que sucedieron cuando yo era niño no puedo evitar reírme cuando lo pienso ahora.

Recuerdo cuando estaba en el jardín de infancia. A veces, todos los fines de semana, mi padre me llevaba al jardín de infancia cuando tenía tiempo libre. Sabiendo que me gusta comer caramelo, mi padre me levantó, señaló el gran gallo pintado en la pared y dijo: "¿Sabías que este gran gallo puede producir caramelo?". Me quedé sorprendido y feliz: "¡Guau, papá!". Me recogió, déjalo y dijo: "Ve y pídele al gallo que te dé un poco de caramelo". Después de eso, grité: "Polla, gallo, quiero comer caramelo. ¿Me ayudas a comer un poco?". , mi padre sacó un poco de leche de mi bolsillo. Sacó dos ranúnculos y los arrojó al cielo mientras yo no prestaba atención. Vi ranúnculos flotando en el aire, saltando felices. Los recogí y le dije con orgullo a mi padre: "¡Papá, mira! Le gusto al gallo y me escucha". Al día siguiente fui al jardín de infancia a jugar y se lo conté a la maestra. La maestra sonrió y dijo: "Chico tonto, ¿cómo puede un gallo producir caramelo? El caramelo lo hacen los humanos. No lo creía, así que caminé hacia la pared que tenía el gallo y le pedí que me diera más". golosinas. Pero esperé mucho tiempo, pero no nació. Tuve que ir a ver a mi padre llorando y contarle lo sucedido. Mi padre sonrió, ya se había reído bastante. Mi padre dijo: "Pequeño tonto, tiré los dulces al cielo. ¿Cómo podría un gallo producir azúcar?" "¡Por supuesto!", Dijo papá mientras me tocaba la cabeza. Me sequé las lágrimas, me sonrojé como una granada y sonreí tímidamente.

Ahora, todavía me gusta comer caramelos, y cada vez que veo un gallo, esta cosa ridículamente estúpida siempre aparecerá en mis favoritos.

La infancia está llena de infantilismo e inocencia. Mirando hacia atrás, parece una serie de campanas de viento. Mientras haya viento, sonará. La infancia es como un montón de caramelos confitados, amargos y dulces...