Además de los mágicos "sombreros" transparentes en sus cabezas, los peces con ojos de tubo también tienen otras formas interesantes de adaptarse a la vida de las profundidades marinas. Sus aletas grandes y planas les permiten flotar inmóviles en el agua y sus movimientos son muy regulares.
Sus bocas pequeñas pueden capturar pequeñas presas de forma muy precisa y selectiva; por otro lado, sus sistemas digestivos están muy desarrollados, lo que demuestra que pueden comer una variedad de pequeños peces y medusas a la deriva. Los científicos diseccionaron y encontraron fragmentos de medusas en sus estómagos.
Robinson y Risenbichler esperan realizar más investigaciones para descubrir si las características de los ojos tubulares también se aplican a otros peces de aguas profundas con ojos tubulares. Esta extraña adaptación fisiológica de los peces con ojos tubulares siempre ha desconcertado a los oceanógrafos.