No lo ocultes.
No tenemos que ocultarlo cuando se trata de educación sexual. Niñas en casa, dejad que vuestra madre les diga con dulzura; niños, dejad que vuestro padre os enseñe. De forma adecuada, facilitar que los niños lo acepten y al mismo tiempo cultivar su sentido de autoprotección.
Empezar a los dos o tres años
La educación sexual debe empezar cuando el niño tiene dos o tres años. Cuando los niños sienten curiosidad por su fisiología, es el mejor momento para la educación. Dígales a sus hijos que sus cuerpos son preciosos y aprendan a protegerse de que otros toquen sus partes privadas.
Con la ayuda de libros ilustrados
Con la ayuda de libros ilustrados, los niños pueden comprender la estructura del cuerpo y aprender a protegerse con imágenes vívidas y palabras sencillas. Esto no sólo permite que los niños dominen los conocimientos, sino que también mejora la comunicación entre padres e hijos.
Respétate y ámate.
La educación sexual no se trata sólo de impartir conocimientos, sino también de dejar que los niños aprendan a respetarse y cuidarse a sí mismos. ¡Padres, utilicen el método correcto para acompañar a sus hijos a crecer sanamente y dejarlos florecer libremente bajo el sol!