Proverbios sobre ser cortés con los demás

Refranes sobre la cortesía con los demás:

Tú me respetas con un pie y yo te respeto con un pie.

La cortesía es más fuerte que la ley.

Respetar a los demás significa respetarte a ti mismo.

Nunca te doblegues ante el poder, pero quítate el sombrero como cortesía.

No hay cortesía que pueda hacer ver la falta de educación de un vistazo.

La cortesía hace felices a las personas educadas.

Es bueno ser humilde primero, y el conocimiento es infinito.

La humildad es el fundamento de todo bien, y la arrogancia es la raíz de todos los males.

La sinceridad es cristal, la prudencia es diamante.

La modestia es una virtud. Los que son demasiado modestos pueden albergar engaños;

Hacer las cosas sin enorgullecerse, hacer las cosas sin depender de ellas.

La humildad es la dulce raíz escondida en la tierra superior, de la que brotan y crecen todas las nobles virtudes. Sócrates: El que acepta las cosas con humildad es fuerte, y el que bien se defiende es bueno.

Un caballero debe abstenerse de engañarse a sí mismo y esforzarse en ser humilde.

Sed templados en los buenos tiempos y cautelosos en los adversos.

La humildad hace que las personas progresen y el orgullo hace que las personas se queden atrás. Siempre debemos recordar esta verdad.

Las personas inteligentes no ponen todos sus huevos en la misma canasta.

Un caballero humilde es lo suficientemente humilde como para pastorearse a sí mismo.

Quien viste el manto de la humildad es la persona más bella y hermosa.

Los pensamientos son la raíz y el estilo es la flor.

Quien persigue bellos espejismos podrá ser conducido al desierto.

No te rías cuando te elogien, no saltes cuando te critiquen.

Los buenos modales consisten en pequeños sacrificios.

La cortesía muchas veces puede sustituir los sentimientos más nobles.

Ser cortés y atento no cuesta nada, pero vale más que cualquier otra cosa.

Comer demasiado es perjudicial para el cuerpo, y demasiada ira es perjudicial para la mente.

No te perdones a ti mismo, pero sé tolerante con los demás.

Ama a tus discípulos como a tu hijo, respeta a tu maestro como a tu padre.

No es difícil para una persona con buenas intenciones expresar su cortesía hacia los demás.

La reputación vale más que el oro.

Las canciones que compone la vida son las más dulces, y las flores regadas por el trabajo duro son las más fragantes.

No estés demasiado triste cuando estés triste y no estés demasiado feliz cuando estés feliz.

Ser educado no hace daño a nadie.

No es difícil para una persona con buenas intenciones expresar su cortesía hacia los demás.

Sufrir una pérdida no se considera una estupidez, y tampoco volver loco a los demás.

Comer demasiado es perjudicial para el cuerpo, y demasiada ira es perjudicial para la mente.

Caminar junto al río muchas veces es lo más importante si tus zapatos no se mojan.

No te perdones a ti mismo, pero sé tolerante con los demás.

El vino blanco enrojece el rostro del hombre y hace oro su corazón.

Ama a tus discípulos como a tu hijo, respeta a tu maestro como a tu padre.

No culpes a los demás, cúlpate más a ti mismo.

Escucha con calma las palabras duras, escucha atentamente los halagos, analiza y escucha las objeciones, y escucha las críticas con la mente abierta.

El hombre sabio se culpa a sí mismo, el hombre necio culpa a sus amigos.

Si te ves bien, nadie te rechazará.

Compórtate correctamente y nadie te mirará.

Ser cortés con los demás no se considerará una falta de educación.

Mantén la calma y la confianza, haciendo que la gente no se atreva a subestimarte.

Ni humilde ni arrogante, haz que la gente te mire con admiración.

La conversación es extraordinaria y la gente te apreciará.

Cumplir tu palabra y ser puntual hacen que la gente confíe en ti.