Lin Zexu es reconocido unánimemente por los círculos académicos como "la primera persona en la China moderna en abrir los ojos al mundo". Aunque Lin Zexu luchó contra la invasión occidental durante toda su vida, permaneció abierto a la cultura, la tecnología y el comercio occidentales, abogando por tomar la esencia y utilizarla para cualquier propósito. La invasión sin precedentes de poderosos enemigos del capitalismo occidental impulsó a Lin Zexu a "despertar del estado letárgico de aislamiento feudal y abrir los ojos para ver el mundo con una nueva actitud".
Lin Zexu también fue la primera persona en introducir el derecho internacional en China, un pionero en la diplomacia moderna de China y el fundador del derecho internacional de China. Su amigo Wei Yuan recopiló los documentos traducidos por Lin Zexu y su personal. Este libro tiene una importancia rectora para el movimiento de occidentalización de finales de la dinastía Qing e incluso para la Restauración Meiji de Japón.
La primera experiencia de Lin Zexu
Cuando Lin Zexu tenía cuatro años, su padre lo llevó a la biblioteca y le enseñó a leer. Lin Zexu ya dominaba el estilo cuando tenía siete años. A nivel local, su padre también es un profesor muy famoso. El método de enseñanza de Lin Tianhan es diferente al de otros profesores. Siempre se ha centrado en enseñar a los estudiantes de acuerdo con sus aptitudes y desarrollo del carácter.
Durante sus quince años de enseñanza, hasta una docena de personas fueron admitidas en el Jinshi, el más destacado de los cuales fue su hijo Lin Zexu. Cuando Lin Zexu tenía ocho años, escribió el poema "El mar es ilimitado como su orilla, y cuando subo a la cima de la montaña, soy la cima".
Cuando Lin Zexu tenía doce años, fue seleccionado para estudiar en la Academia Aofeng, la institución más alta de Fujian en ese momento. El decano de la universidad es Zheng Guangce, que es íntegro y recto. Bajo la cuidadosa dirección de Zheng Guangce, estudió cientos de escuelas. Mientras estudiaba, Lin Zexu conoció al sinólogo Chen Shouqi. Después de eso, los dos tuvieron contactos frecuentes y decidieron salvar el país.