Su política está pasada de moda, pero su gente es inocente; su censura política, su gente es deficiente. La infelicidad es felicidad; la felicidad reside en la infelicidad. Quién sabe el extremo: equivocado. La recuperación es milagrosa, y el que se recupera fácilmente es un demonio. El enamoramiento de la gente es duradero. Por lo tanto, una persona sabia es cuadrada sin cortarse, honesta sin avergonzarse, directa sin ser arrogante y tranquila sin deslumbrarse.
Traducción
Si la política es tolerante y clara, el pueblo será honesto y honesto; cuando la política sea cruel y oscura, el pueblo será astuto y lleno de quejas. De ello depende el desastre, la felicidad; en él se esconde la felicidad, el desastre. ¿Quién puede saber si es desastre o felicidad? No existen estándares claros para ellos. La gente ha estado confundida durante mucho tiempo. Por lo tanto, el sabio del Tao es cuadrado pero no rígido, sus cuernos no son dañinos, rectos pero no arrogantes, y brillantes pero no deslumbrantes.
Autosolución
Su política está pasada de moda, su gente es ingenua; su censura política, su gente es deficiente.
Autoexplicación: Si la política es generosa, la gente será sencilla; si la política es dura, la gente hará lo mismo. Un buen sistema puede impedir que la gente mala haga el mal. Los malos sistemas pueden convertir a las personas buenas en malas personas.
Lamentablemente, ahí es donde reside la felicidad; la felicidad es la raíz de la desgracia.
Autoexplicación: desastre, quizás el siguiente paso sea suerte. Las bendiciones pueden acechar al desastre.
Quién sabe el extremo: equivocado. La recuperación es milagrosa, y el que se recupera fácilmente es un demonio. El enamoramiento de la gente es duradero.
Autoexplicación: no existe un estándar de límites, se puede transformar en extrañeza, la extrañeza se puede transformar en positividad y el bien y el mal también se pueden transformar entre sí. La gente ha estado confundida durante mucho tiempo.
Por eso la persona sabia es cuadrada sin cortes, honesta sin avergonzarse, directa sin soberbia e indiferente sin deslumbrarse.
Autoexplicación: Por lo tanto, todos los santos son justos, pero no son iguales para todos. Limpio, pero no potencialmente mortal. Sea honesto pero no directo, brille pero no deslumbre.