Era la primera semana del tercer año de la escuela secundaria y se desarrolló una pesadilla.
El inglés, otra materia desconocida, se vio desplazado en la línea de salida en el primer contacto. En ese momento no sabía nada de inglés. Un día, en la clase de inglés, la maestra revisó al azar la ortografía de nuestras palabras y mi miedo era claramente evidente en mi rostro. "Yuan Fei, dímelo." Preocupada, la maestra tiró de ella con fuerza. En ese momento, mi corazón era como quince cubos de agua, arriba y abajo. La maestra realmente se rió, lo que me hizo sentir tan estresada como una montaña. Como era de esperar, realmente se descubrió. Piensa en una frase que tu profesor te enseñó casi cien veces y que te hace sentir muy avergonzado. Todos me miraron con ojos sorprendidos y solo podían escuchar los latidos de mi corazón. Estaba tan avergonzado que quería encontrar un agujero para meterme. Intenté con todas mis fuerzas encontrar mi entonación, pero todavía no podía pronunciarla correctamente y mi profesora y mis compañeros me rechazaban. En sus corazones, me he convertido en un pobre estudiante.
A partir de entonces, la oscuridad envolvió gradualmente la tierra, y el sol, una vez glorioso, perdió su calidez y confianza, y cayó al valle frustrado. En todas las clases de inglés, tenía miedo de que el profesor me mencionara, levantaba las manos en el aire y me sentía deprimido y deprimido. Ese semestre apenas levanté la mano. De vez en cuando, un día leo esta frase en un breve artículo: Sólo cuando una persona supera su complejo de inferioridad puede tener confianza en sí misma. Todo éxito se basa en la confianza en sí misma. La mente ignorante de repente se iluminó. Esa fue la primera vez que levanté la mano para responder una pregunta. Resulta que no es que no pueda responder esas preguntas, sino que me falta confianza. Estoy realmente agradecido por esas palabras que me devolvieron la confianza. No lo creí hasta el día siguiente. Recuerda ese arduo viaje y míralo ahora, ¡sí!
Las sinceras palabras del maestro me hicieron darme cuenta de una verdad: mientras no me rinda y me prepare de nuevo, definitivamente lo lograré. Poco a poco fui entendiendo esa frase, él siempre me acompañará para crecer.
Sólo sal.