El otoño está aquí y el arroz está maduro, como si estuvieran celebrando una gran celebración. Las doradas espigas de trigo se mecen suavemente con la brisa, como si saludaran al cielo, celebrando la alegría de la cosecha. Los agricultores de arroz se visten con abrigos dorados para prepararse para la cosecha de esta temporada.
Los campos de arroz brillan al sol, como un tesoro dorado, lo que hace que la gente quiera explorar sus misterios. El espantapájaros bajó la cabeza, como agradeciendo humildemente a la tierra su generosidad. Se mecen suavemente con el viento otoñal, como si cantaran la canción de la cosecha.
Cuando el arroz está maduro, parecen sonreír a los trabajadores agricultores. Después de un año de arduo trabajo y cuidados cuidadosos, el arroz finalmente está listo para la cosecha. Los agricultores están felices de ver que su arduo trabajo ha dado como resultado una cosecha excelente.
El otoño ya está aquí y el arroz está maduro. Esto parece decirnos una verdad: sólo dando podemos ganar. Estas plantas de arroz han experimentado innumerables días y noches, absorbiendo la luz del sol, la lluvia y el rocío, y finalmente maduraron. Al igual que el arroz, debemos absorber constantemente conocimientos y experiencias para lograr una buena cosecha en nuestro propio campo.
El otoño es época de cosecha, y el arroz es la estrella más deslumbrante de esta temporada. Interpretan la magia y la belleza de la naturaleza con su propia vida y madurez. En esta temporada de cosecha, sintamos los regalos de la naturaleza y valoremos cada esfuerzo y ganancia.