1. Fue mi primera clase de inglés en la escuela secundaria. El profesor se paró en el podio y nos dijo con una sonrisa en el rostro: "Hola a todos, soy su profesor de inglés". A partir de hoy, aprenderemos juntos un tema completamente nuevo. Mi corazón estaba lleno de expectativas y curiosidad, porque antes de esto, mi comprensión del inglés se limitaba a algunas palabras y oraciones simples de los libros de texto.
2. En la primera clase, la profesora nos enseñó algunos saludos y presentaciones básicos. Recuerdo estar nervioso y preocupado por estar cometiendo un error, pero también estaba emocionado porque sabía que esta sería mi oportunidad de conectarme y aprender sobre una nueva cultura. A partir de entonces comencé a estudiar inglés en serio. Me levantaba temprano todos los días, memorizaba palabras y practicaba la pronunciación.
3. A medida que avanzaba el curso, comencé a darme cuenta del encanto del inglés como idioma global. Al aprender inglés, puedo comprender mejor el mundo y cómo piensan y viven las personas de diferentes orígenes culturales. Poco a poco entendí por qué se considera al inglés como un puente para la comunicación internacional.
4. Sin embargo, aprender inglés no es fácil. A menudo los profesores me corregían por pronunciación inexacta o errores gramaticales. A veces me siento deprimido y frustrado, e incluso quiero rendirme. Sin embargo, siempre creo que mientras trabaje duro y persista, algún día podré comunicarme con fluidez en inglés.
5 Para mejorar mi inglés, no solo escucho atentamente en clase, sino que también uso mi tiempo libre para leer artículos en inglés, escuchar canciones en inglés y ver películas en inglés. Incluso encontré un profesor extranjero y tuve conversaciones orales semanales con él, lo que me dio la oportunidad de practicar inglés en un entorno real.
6. Después de un período de estudio, descubrí que mi nivel de inglés ha mejorado significativamente. Puedo comunicarme con profesores extranjeros con más confianza y leer artículos en inglés más fácilmente. Todos mis profesores y compañeros me afirmaron y animaron, lo que me hizo sentir muy feliz.
Al recordar mi primera experiencia de contacto con el inglés, siento profundamente que aprender un idioma extranjero requiere no sólo diligencia y perseverancia, sino también el coraje de adaptarse a una nueva cultura y entorno. Aunque a veces encontrarás dificultades y contratiempos en el proceso, mientras persistas, siempre ganarás algo. El inglés se ha convertido en parte de mi vida y creo que también traerá más oportunidades y posibilidades a mi futuro.