En primer lugar, la educación debe adaptarse al desarrollo secuencial de la generación más joven y promover gradualmente el desarrollo físico y mental de los estudiantes.
La secuencia del desarrollo físico y mental: desde el nacimiento hasta la edad adulta, el desarrollo físico y mental de los niños es un proceso continuo de menor a mayor, desde el cambio cuantitativo hasta el cambio cualitativo. Por ejemplo, desarrollo físico: de arriba a abajo; desarrollo psicológico: de la memoria mecánica a la memoria significativa.
En segundo lugar, la educación debe adaptarse a las etapas de desarrollo físico y mental de las generaciones más jóvenes.
Las etapas se refieren a individuos que muestran diferentes características generales y principales contradicciones de desarrollo físico y mental en diferentes edades y enfrentan diferentes tareas de desarrollo. Por tanto, la educación debe adaptarse a las etapas de desarrollo físico y mental, las características de la edad y las principales contradicciones de la generación más joven.
En tercer lugar, el desarrollo físico y mental está desequilibrado y requiere educación para aprovechar el período crítico.
El desequilibrio del desarrollo individual se manifiesta en dos aspectos: En primer lugar, la velocidad de desarrollo de un mismo aspecto se desequilibra en diferentes edades.
Cuarto, el desarrollo físico y mental se complementan entre sí para cultivar personas con un desarrollo integral y armonioso.
La complementariedad refleja la relación entre los diversos componentes del desarrollo físico y mental humano. En primer lugar, significa que cuando una determinada habilidad del cuerpo está dañada o incluso falta, puede compensarse con un rendimiento extraordinario en otros aspectos; en segundo lugar, las funciones psicológicas y fisiológicas de las personas también son complementarias.