La educación sobre etiqueta llama a la puerta

La habitación de los niños es su espacio privado, donde se esconden sus cosas más preciadas y sus secretos. Llamar a la puerta es una forma de respetar la privacidad de su hijo. También puede evitar descargas accidentales, cultivar la etiqueta social de su hijo y garantizar su seguridad. A continuación, veamos las razones específicas.

Respeta la privacidad de tus hijos

Las habitaciones de los niños son su mundo, donde se guardan cosas preciosas y secretos. Llamar a la puerta no solo respeta su privacidad, sino que también demuestra que te preocupas por sus sentimientos.

Evite shocks inesperados

Los niños pueden estar concentrados en sus tareas o jugando y su repentina intrusión puede asustarlos. Llama suavemente a la puerta para prepararlos mentalmente y evitar tensiones y ansiedades innecesarias.

Desarrollar la etiqueta social

Llamando a la puerta, puedes enseñar a tus hijos a respetar el espacio y el tiempo de los demás. De esta manera, se volverán más educados y considerados al interactuar con los demás.

Mantén a los niños seguros.

A veces, los niños pueden olvidarse de cerrar o desbloquear la puerta, lo que puede suponer un peligro para la seguridad. Llamar a la puerta también es una forma de recordarles que se mantengan seguros y alertas en todo momento.