El autor describe el color de la okra como "pétalos amarillos, corazón blanco y violeta tenue". Todos ellos son colores claros, que dan a las personas una sensación nebulosa y un poco etérea. Luego, los "delgados pétalos arrastrados por el viento" se describen a través de un lenguaje antropomórfico, mostrando vívidamente la frágil y delicada imagen de la okra frente a los lectores.
Esta forma de expresión le da emociones y características humanas a la okra, permitiendo a los lectores sentir personalmente el amor y el cuidado del autor por la okra, y así tener una comprensión más profunda de las emociones y actitudes del autor.