① Trabaja tan duro como cualquier otra persona. Estudia mucho y trabaja más que nadie. Y perseverancia, mejora continua y excelencia. Si tienes tiempo para quejarte, ¿por qué no dar un paso adelante, aunque sea un centímetro, y trabajar duro para mejorar?
② Sé humilde y cuídate de la arrogancia. "Los beneficios de la humildad" es un antiguo dicho chino, que significa que un corazón humilde puede traer felicidad y purificar el alma.
③ Reflexiona todos los días. Revisa tus pensamientos y comportamientos todos los días para ver si son egoístas o cobardes. Reflexiona sobre ti mismo y corrígelos si cometes errores.
④ Agradece mientras estés vivo. Vivir ya es felicidad, cultiva un corazón agradecido y nunca olvides devolver cada gota de bondad.
⑤ Acumula buenas obras y piensa en beneficiar a los demás; "Una casa que acumula buenas obras siempre será bendecida." Haz buenas obras, sé altruista y cuida de los demás con tus palabras y acciones. Hacer buenas obras y acumular virtudes será recompensado;
⑥ No tengas preocupaciones emocionales. No estés siempre enojado, no dejes que la tristeza controle tus emociones, no estés preocupado ni ansioso. Para ello, trabaja con toda tu energía y concentración para evitar arrepentimientos más adelante.
A menudo hablo de estos "Seis puntos de avance" y me recuerdo que debo practicarlos. Aunque es algo sumamente común en el papel, es algo natural, pero hay que practicarlo poco a poco e integrarlo en la vida diaria. La clave no es considerar estos principios como decoración, sino implementarlos en la vida diaria.