Las flores se utilizan principalmente para embellecer el ambiente, comunicarse con las personas y también pueden usarse como fuente de alimento. La flor consta de corola, cáliz, receptáculo y estambres. Vienen en una variedad de colores, algunos de los cuales son brillantes y fragantes. La función biológica de los órganos reproductivos de las angiospermas (también conocidas como plantas con flores) es combinar espermatozoides masculinos con óvulos femeninos para producir semillas.
El proceso comienza con la polinización, seguida de la fertilización, tras la cual se forman y se propagan las semillas. Para las plantas superiores, las semillas son su próxima generación, que se convierten en flores y son polinizadas y fertilizadas, extendiendo así la vida de las flores de esta especie. También es el principal medio de distribución de especies en la naturaleza. Un grupo de flores plantadas en la misma planta se llama inflorescencia.
Morfogénesis
Los órganos reproductores de las angiospermas. Una flor típica tiene un crecimiento limitado en un eje corto, con cáliz, corola, estambres y pistilos que producen células reproductivas. Algunos estudiosos creen que los bulbos de esporas de las gimnospermas también son "flores", mientras que la mayoría de la gente cree que sólo las angiospermas tienen flores, por lo que las angiospermas también se llaman plantas con flores.
Las distintas partes de la flor no se ven fácilmente afectadas por el entorno externo y cambian muy poco, por lo que la gente ha considerado durante mucho tiempo la estructura morfológica de la flor como la base principal para la clasificación, identificación y evolución sistemática de angiospermas (ver angiospermas).