Existen muchos beneficios al eximir a los estudiantes de posgrado de realizar exámenes. En primer lugar, la mayoría de los estudiantes se matriculan directamente, lo que elimina muchos pasos tediosos como completar formularios, registro y exámenes, y reduce la carga de trabajo de los procedimientos de admisión posteriores. En segundo lugar, cuando las cuotas de exámenes son escasas, los estudiantes pueden quedar exentos del examen y sus alma mater pueden ganar más popularidad a través de recomendaciones escolares. Finalmente, los estudiantes de posgrado que están excluidos de la escuela de posgrado tienen una ventaja sobre otros candidatos. Tienen un rendimiento académico sobresaliente y un coeficiente de dificultad bajo, y es más probable que logren resultados relativamente excelentes en la escuela de posgrado.
Sin embargo, los estudiantes de posgrado también enfrentan desafíos. Por un lado, la competencia es feroz y el número de personas que solicitan la exención es mucho mayor que el número de plazas. Se necesitan excelentes calificaciones y habilidades para obtener una recomendación. Por otro lado, si no puedes obtener buenas calificaciones durante la escuela de posgrado, la ventaja de eximirte del examen se verá anulada y será más difícil mantener un título de posgrado o encontrar un buen trabajo. Por lo tanto, los estudiantes de posgrado deben mantener una actitud de estudiar mucho y mejorar sus habilidades tanto como sea posible para aprovechar mejor esta oportunidad.