Los departamentos pertinentes entregaron la solución a este problema a un ingeniero de minas llamado Dorsey. Basándose en el principio de expansión del aire y absorción de calor, Dorsey instaló un compresor de aire en el hospital, que redujo la temperatura de la sala de más de 30 grados Celsius a menos de 25 grados Celsius. Este es el primer aire acondicionado del mundo.
En 1911, el estadounidense Willis Carrier obtuvo una patente por la invención del aire acondicionado.