En primer lugar, la baja autoestima.
Los niños de familias divorciadas suelen tener conceptos de sí mismos negativos y pesimistas, como "Mi familia es infeliz", "Soy un niño no deseado" y "Mi vida es terrible". Si se sienten frustrados de otras maneras, es probable que desarrollen un sentimiento de inferioridad.
En segundo lugar, el problema de la personalidad retraída.
Un ambiente familiar discordante pone a los niños nerviosos en las relaciones interpersonales. La idea de que "el divorcio es vergonzoso, no quieres que los demás lo sepan y no puedes defenderte entre tus compañeros de clase" hace que los niños no estén dispuestos a interactuar con muchas personas y es fácil desarrollar un carácter retraído e insociable.
En tercer lugar, el problema del carácter cobarde.
Algunos padres, después del divorcio, a menudo ponen sus sentimientos y esperanzas en sus hijos, especialmente esperando que sus hijos tengan éxito y demuestren que les han enseñado bien, por lo que las restricciones son demasiado estrictas y la disciplina demasiado. estricto. Con el tiempo, la carga psicológica de los niños es demasiado pesada y tienen miedo de decepcionar a sus padres, por lo que se mantienen alejados de sus padres y se vuelven tímidos.
En cuarto lugar, el problema del carácter rudo.
Los niños de familias divorciadas a menudo no comprenden el comportamiento de sus padres ante el divorcio, o interpretan el divorcio como la crueldad y el egoísmo extremo de sus padres. Si los padres se peleaban y peleaban a menudo antes del divorcio, los hijos no sentirían el afecto y la calidez de la familia y fácilmente se sentirían tristes e indiferentes, lo que llevaría a una personalidad dura.
Métodos para educar a los hijos tras el divorcio
1. Los padres deben orientar a sus hijos para que tengan una correcta comprensión del entorno familiar.
El divorcio suele producirse cuando hay conflictos que no se pueden resolver. Aunque el divorcio trae nuevos problemas, después de todo, es estar libre de mayores dolores y enredos. Cuando nos enfrentamos a nuevos problemas, debemos afrontarlos de frente y resolverlos paso a paso. Los niños no deben ocultar el hecho del divorcio durante mucho tiempo, ya que añadirá otra capa de angustia. No puedes esconderte. Los niños que no conocen la verdad odian a sus padres. Una vez recibí a una madre que estaba criando a sus propios hijos. Hizo que sus hijos frecuentaran la casa de su padre para ocultar el divorcio. El niño de sexto grado siente que sus padres tienen una mala relación porque la familia nunca va de compras junta y se divierte. Un día, el niño pidió a sus padres que lo acompañaran al parque, pero su madre se negó. El niño se quejó: "Dado que la relación entre ustedes dos es tan mala, ¿por qué todavía me dieron a luz?" En una frase, mi madre derramó lágrimas. Sugiero que la madre lo comente con su hijo lo antes posible, le cuente los principales motivos del divorcio y analice los pros y los contras. Tenga cuidado de no inutilizar a la otra persona, trate de ser objetivo y no hable mal de la otra persona deliberadamente. En términos generales, al principio, es posible que los niños no comprendan, no estén dispuestos a aceptar el hecho del divorcio y se sientan deprimidos. Los padres deben ser pacientes, ambas partes deben comunicarse abiertamente con sus hijos y demostrar que su amor y cuidado por sus hijos es constante y nunca cambiará. A medida que los niños crecen y adquieren más experiencia, gradualmente comprenderán a sus padres. Aquí es importante la propia mentalidad de los padres. Nunca busques problemas ni te sientas inferior a ti mismo. El divorcio no pierde su dignidad. Debemos hacer todo lo posible para vivir con orgullo y dejar que nuestros hijos tengan una mente abierta.