Como trabajo que sirve a la gente y brinda ayuda y comodidad al público en general y a los grupos vulnerables, los trabajadores sociales no tienen ninguna vergüenza y no hay vergüenza en realizar cualquier trabajo legítimo.
Personalmente creo que el futuro de los trabajadores sociales siempre ha sido brillante. Los humanos son animales sociales y todos necesitan apoyo. Un verdadero trabajador social debe tener fuego en el corazón. Se ilumina y calienta de principio a fin al cruzar la calle. Con el impacto de la epidemia, toda la sociedad se ha dado cuenta del valor fundamental de los trabajadores sociales y el país también está apoyando vigorosamente esta industria. Aunque existen algunos problemas en la actualidad, sigue siendo muy valioso desde la perspectiva de las perspectivas.