La historia de los oleoductos (pensar con audacia y actuar con flexibilidad)

Relato filosófico: La historia de los oleoductos (piensa con valentía y actúa con flexibilidad)

Érase una vez, en un pequeño pueblo de montaña de Italia, dos hombres llamados Pablo y Bruno. jóvenes. Un día, el pueblo decidió contratar a dos personas para transportar agua desde el río cercano hasta el tanque de agua en la plaza del pueblo. El pueblo le dio el trabajo a Pablo y Bruno. Al final del día, llenaron todos los tanques de agua del pueblo. Los ancianos de la aldea les pagaban un centavo por barril.

Bruno gritó: "No podemos creer nuestra buena suerte". Pero Pablo no estaba muy convencido porque le dolía la espalda. "Bruno, tengo un plan", dijo Pablo, "el pago es sólo unos pocos centavos por día, y si tienes que llevar agua de un lado a otro de esta manera, construyamos una tubería para desviar el agua del río al pueblo". ."

Bruno quedó atónito. "¿Un oleoducto? ¿Quién ha oído hablar de algo así?", gritó Bruno. "Pablo, tenemos un buen trabajo. Puedo transportar cien barriles de agua por día. ¡Un centavo por barril, eso es un dólar por día!" ¡Soy un hombre rico! ¡Podemos disfrutar de la vida en esta vida! ¡Deja tus pipas!”

Pero Pablo no se desanima fácilmente. Entonces lo hizo. Pasó día a día, mes a mes. Finalmente llegó el gran día de Pablo: ¡el oleoducto estaba terminado! ¡Los aldeanos se reunieron para ver el agua fluir desde las tuberías hacia el tanque! Ahora el pueblo tiene un suministro constante de agua dulce. Otras aldeas cercanas se mudaron a esta aldea y de repente la aldea prosperó. Una vez terminado el oleoducto, Pablo ya no tuvo que cargar baldes. Trabajó o no, el agua siguió entrando y cada vez más dinero fluía hacia los bolsillos de Pablo. Pablo, el Hombre del Ducto, se hizo tan famoso que la gente lo llamaba el Hacedor de Milagros. El oleoducto obligó a Bruno a perder su trabajo y luego Pablo se ofreció a incorporarlo a sus filas.

Han pasado muchos años. Pablo y Bruno están jubilados desde hace muchos años. Su negocio global de plomería inyecta millones en sus cuentas bancarias cada año.

Filosofía en la historia: Vivimos en un mundo que transporta cubos. La mayoría de la gente simplemente quiere mantener el status quo de usar cubos. Sólo un pequeño número de personas se atreve a soñar con pipas. La situación actual de muchas personas es muy mala. Si se construye un oleoducto, la situación actual cambiará. Este oleoducto es un sueño, una forma flexible de hacer las cosas.

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