En primer lugar, dejar que los niños desarrollen buenos hábitos de vida e higiene a través de las actividades diarias.
La infancia es un período crítico para la formación de diversos hábitos. La plasticidad de los niños y los buenos hábitos de vida les beneficiarán a lo largo de su vida, especialmente en la formación de su personalidad, que repercute profundamente en muchos aspectos.
Por ejemplo, vivir a tiempo, comer a tiempo, etc. En el proceso de formación de buenos hábitos, los niños formarán gradualmente una tendencia a cumplir con todos los sistemas y disciplinas, y la personalidad del niño también se formará y desarrollará en el proceso de formación de buenos hábitos, lo cual es muy importante para el crecimiento de los niños.
En segundo lugar, a través de las actividades de la vida, los niños pueden desarrollar sus habilidades de vida independiente y sus conceptos laborales.
Uno de los inconvenientes actuales de las familias con un solo hijo es que los padres organizan demasiadas alternativas de vida para sus hijos, lo que da como resultado niños con bajas habilidades para la vida y conceptos laborales deficientes. Los niños de hoy son los constructores y trabajadores del futuro. Deben ser personas integralmente formadas, con espíritu pionero e innovador y espíritu de trabajo tenaz. Por lo tanto, es de gran importancia cultivar la capacidad de autocuidado y los hábitos de trabajo y descanso de los niños desde una edad temprana.
La educación laboral en el jardín de infantes incluye el autoservicio y el servicio a los demás. A través de la educación para la vida en el jardín de infantes, se puede capacitar a los niños para que hagan sus propias cosas.
Por ejemplo: la capacidad de comer de forma independiente, ir al baño, ponerse y quitarse la ropa, etc., para mejorar la capacidad de autocuidado de los niños. Por poner otro ejemplo, a través de actividades como cocinar los niños en rincones de la naturaleza, organizar libros y organizar estantes de juguetes, se cultivan los conceptos laborales de los niños y se mejoran su capacidad y confianza para hacer cosas y superar dificultades. En la labor de servir a los demás, los niños desarrollan un buen sentido de hacer cosas por los demás y por todos.
En tercer lugar, cultivar la buena calidad psicológica de los niños a través de actividades de la vida.
Prestamos atención a la educación de las actividades de la vida y no debemos ignorar la salud mental de los niños. Un niño no es un niño sano sólo si es físicamente fuerte, musculoso, nervioso, tiene una personalidad excéntrica o carece de adaptabilidad social. Esto no sólo se refiere a la salud física, sino que también incluye el desarrollo general físico, psicológico y social. adaptabilidad.
Por ejemplo, crear un entorno de vida libre, democrático, armonioso y agradable para los niños durante todo el día puede sentar una buena base para cultivar la buena calidad psicológica de los niños.
Por lo tanto, en las actividades de la vida, no se puede ignorar la atención a la salud mental de los niños.
Se puede ver que los factores educativos están impregnados en todos los aspectos de la vida en el jardín de infantes. Sólo explorando continuamente su valor educativo inherente podemos promover mejor el desarrollo integral de los niños pequeños.