En mi opinión, un huerto es una forma de aliviar el estrés. En la ajetreada vida de las personas, tener un pequeño huerto puede ser una forma de relajarse. El proceso de podar, regar e incluso tener relaciones sexuales con animales en el jardín puede proporcionar un descanso del estrés cotidiano. El huerto puede convertirse en una plataforma más de cooperación y comunicación entre los miembros de la familia. También es un buen lugar para que los niños aprendan sobre la naturaleza y aprendan a prestar atención al medio ambiente y a la vida.
Los huertos también pueden ser una parte importante de la agricultura ecológica. Cada vez más personas eligen cultivar un huerto, lo que significa más alimentos locales y menos tierras de cultivo vacías. A través de la jardinería también podemos reducir las pérdidas y extender la vida útil de los alimentos orgánicos. Este problema será cada vez más prominente entre la creciente población mundial. Hoy en día, cada vez más personas se dan cuenta de que la continuidad debe convertirse en parte de su estilo de vida.
Puedes plantearte plantar algunas verduras básicas en el huerto, como zanahorias, lechugas, cebolletas, etc. Las personas también pueden cultivar sus propias plantas medicinales y seleccionar sus propias líneas. Incluso el espacio más pequeño puede convertirse en un microhuerto. Algunas personas incluso construyen una jerarquía de verduras frescas en casa para poder descubrir nuevos sabores en la cocina. Las plantas verdes, las flores e incluso los alimentos orgánicos tienen un valor incalculable en su hogar. Ya sea que sea autosuficiente o simplemente disfrute de la belleza de la naturaleza, un huerto es una opción que vale la pena probar.