Dos. Cuando se trata de educar a los niños, las familias occidentales, especialmente aquellas con niveles educativos más altos, se oponen mucho a pegar a sus hijos, pero requieren altos niveles de cortesía e independencia. En términos relativos, las familias chinas son cariñosas y sobreprotectoras con sus hijos, pero les gusta darles nalgadas cuando los castigan. El sistema educativo occidental no concede tanta importancia a la realización de cursos culturales como los chinos. Pondrán más énfasis en la capacidad de participar en actividades y experiencias.
Tres. Los chinos conceden gran importancia al concepto de familia y muchos tíos y tías participan en muchas cosas. Esto es generalmente inaceptable para los occidentales que no creen que sea necesario que les digan qué hacer. No me importan mucho los ojos y las opiniones de otras personas.