Primero, recaudar dinero para educar a los estudiantes. Esta escuela celebra un evento de este tipo todos los años. Todos los pasteles de luna son hechos por los propios niños y empaquetados antes de venderlos. Todo el dinero de la venta se donará a una fundación de bienestar para educación y asistencia. Los niños se divirtieron imprimiendo sus propias cajas y horneando las suyas.
En segundo lugar, deje que los niños experimenten la alegría del trabajo. El niño nació en la ciudad y es el bebé de la familia. Es posible que rara vez hagan tareas domésticas y no conozcan el placer del trabajo. Esta disposición de la escuela también es para que los niños experimenten la alegría del trabajo y, al mismo tiempo, para que sepan que sólo trabajando duro pueden ganar algo. Esta debería ser la razón principal por la que la escuela insiste en ello.
En tercer lugar, el propósito es bueno, pero no se recomienda vender pasteles de luna caseros. La intención original de la escuela era buena, pero los internautas también cuestionaron la medida. Algunos internautas dejaron claro que lo comprarían, pero no lo comerían. Debido a que los pasteles de luna hechos por niños no tienen una licencia de producción de alimentos y no pueden garantizar la seguridad alimentaria, los comprarán para apoyar la caridad, pero no los comerán por razones de salud.