2. La exposición prolongada a la luz azul puede provocar fácilmente daños oculares, especialmente degeneración macular. La luz azul puede atravesar el cristalino y llegar a la retina, provocando daños ópticos, acelerando la oxidación de las células de la zona macular y produciendo una gran cantidad de radicales libres, provocando cataratas y degeneración macular.
3. La luz azul se encuentra ampliamente en la luz solar, las luces de pantallas electrónicas, las pantallas de computadoras, las pantallas de teléfonos móviles y los productos digitales.