En la vida diaria, hay muchas cosas que pueden provocar enfado. Si esto sucede, debemos intentar evitarlo y escondernos un rato para no estimular nuestro enfado. Por ejemplo, puedes salir a caminar, escuchar música o charlar con amigos con los que puedas hablar y hacer algo que te guste, y tu estado de ánimo mejorará naturalmente.
(2) Método racional de control de la ira.
Cuando estés enojado, será mejor que primero pienses en las siguientes preguntas: ¿Por qué estoy enojado? ¿Vale la pena enojarse por esta cosa o persona? ¿Puede la ira resolver problemas? ¿De qué me sirve estar enojado? Puedes ordenarte a ti mismo cuando estés a punto de enojarte: ¡No te enfades! ¡Espera un minuto! Espera un minuto, buen trabajo, ¡espera un minuto más! Han pasado dos minutos, ¿por qué no esperas? Utilice la razón para controlar las reacciones emocionales de enojo.
(3) Método de transposición psicológica.
Refrenar las emociones mediante la transposición psicológica. La transposición psicológica significa pensar desde la perspectiva de la otra persona e intercambiar roles y posiciones con los demás. Como dice el refrán: "Cuida tu propio corazón". A través de la transposición psicológica, asumir el papel de los demás y comprender las emociones y pensamientos de los demás puede ayudar a prevenir la aparición de malas emociones y eliminar las malas emociones que ya han ocurrido. Por ejemplo, cuando los padres o profesores se critican, si están muy enojados, podemos ponernos en su lugar y pensar: ¿Qué haría yo si fuera padre o profesor? De esta manera, a menudo podrás comprender la actitud de tus padres y profesores hacia ti y tu estado de ánimo se calmará gradualmente. Cuando un compañero de clase nos ofende, también podemos pensar en ello desde la perspectiva del compañero de clase y podemos sentir que su comportamiento es excusable. De esta forma, las malas emociones se debilitarán o incluso desaparecerán.