Aunque también tiene unos treinta o cuarenta años, su condición de pasajero es diferente. Los pasajeros de primera clase tienen libertad financiera básica y pueden organizar su propio tiempo y espacio sin importar si están ocupados o no. La lectura es una expresión de esta libertad.
Los pasajeros de clase ejecutiva buscan la libertad para progresar en el trabajo, tienen que leer revistas para recopilar información y utilizar computadoras portátiles para trabajar.
Los pasajeros de clase económica leen periódicos, ven películas, juegan y charlan porque la mayoría de ellos no tienen objetivos claros que perseguir, por lo que están acostumbrados a distraerse y matar el tiempo.
La realización de salas VIP y zonas de espera ordinarias son diferentes formas de afrontar la "ansiedad de espera". Leer un libro expresa calma y tranquilidad, mientras que jugar con un teléfono móvil expresa irritabilidad y ansiedad.
Para el mismo comportamiento, cuando estés en diferentes posiciones, tendrás diferentes asociaciones y sentimientos.