La historia de la mesa

Historia del reloj

Los pueblos primitivos juzgaban el tiempo basándose en los cambios en el color del cielo y el brillo del sol.

El antiguo Egipto descubrió que la longitud de las sombras cambia con el tiempo e inventó un reloj de sol para medir el tiempo de la mañana. También descubrieron que el agua tardaba un tiempo determinado en fluir, por lo que inventaron el reloj de agua.

En la antigua China, la gente también usaba agua para medir el tiempo: vasijas de cobre que goteaban agua, y también usaban incienso quemado para medir el tiempo.

Coloca el incienso en posición horizontal y ponle una cuerda con bolas de acero para decir la hora.

En 1283 apareció en un monasterio británico el primer reloj mecánico accionado por pesas.

Los monjes del norte de Italia comenzaron a construir campanarios (o campanarios) en el siglo XIII d.C. para recordar a la gente los tiempos de oración.

A mediados del siglo XVI comenzaron a aparecer en Alemania los relojes de escritorio.

Esos relojes tienen una sola manecilla y la esfera del reloj está dividida en cuatro partes, lo que hace que la hora sea exacta al 15 minutos más cercano.

En 1657, Huygens descubrió que la frecuencia de un péndulo podía calcular el tiempo y fabricó el primer reloj de péndulo.

En 1670, el inglés William Clement inventó el escape de ancla.

En 1797, el estadounidense Eli Terry obtuvo la patente de los relojes.

Se le considera el creador de la industria relojera estadounidense.