Deja a un lado tus prejuicios y respeta a tus hijos.
¿Te gustan los niños o las niñas? ¡Deja de permitir que tus hijos paguen por tus expectativas! Respete la singularidad de cada niño y permítale crecer libremente.
Clases pequeñas de la vida diaria
¡Bañarse, vestirse y elegir juguetes son buenas oportunidades para la educación sexual! Deje que los niños comprendan las diferencias de género en la vida diaria y acéptenlas con naturalidad.
Explora tu cuerpo y descúbrete a ti mismo.
Deja que los niños comprendan su propio cuerpo sin ser misteriosos ni tímidos. Enséñeles a mantenerse limpios y a desarrollar buenos hábitos de higiene.
Responde con valentía y no rehuyas.
Si tu hijo tiene dudas, ¡no tengas miedo! Responda de manera que puedan comprender y satisfacer su curiosidad y deseo de conocimiento.
Los ejemplos de los padres son poderosos.
Da ejemplo a tus hijos con sentimientos sinceros y nobles costumbres, para que aprendan a amar la vida y tratar correctamente las cuestiones sexuales.
Respuestas inteligentes, explicaciones sencillas
Utiliza plantas y animales para representar la reproducción humana, facilitando la comprensión de los niños. La educación sexual debe ser veraz, pero no complicada.