Luz suficiente: A los crisantemos holandeses les gusta la luz, así que elige una parcela con suficiente luz para plantar en el suelo. Coloca la planta en maceta en un lugar con suficiente luz para asegurar que reciba más de 8 horas de luz cada día. Acumula más nutrientes. Promueve un mejor crecimiento y floración.
Riego adecuado: el crisantemo holandés tiene cierto grado de tolerancia a la sequía y teme el encharcamiento. El riego no debe ser demasiado frecuente durante el periodo de reproducción, de lo contrario no será absorbido. Se recomienda regar después de que la tierra se ponga blanca, y regar abundantemente cada vez sin dejar nada de agua.
Abono racional: a los crisantemos holandeses les gustan los fertilizantes No solo se debe mezclar con el suelo el fertilizante base, sino también el aderezo a tiempo durante la temporada de crecimiento. Lo mejor es abonar una vez cada medio mes, utilizando fertilizante tipo panqueque y agua, para que el crecimiento sea más vigoroso y la nutrición sea suficiente. Se recomienda aplicar una cantidad adecuada de fertilizante de fósforo y potasio antes de la floración, lo que puede favorecer una mejor floración y prolongar el período de floración.