El origen de la repostería occidental
La primera repostería occidental eran tartas, hechas de varios materiales simples. Estos pasteles son símbolos de antiguos mitos religiosos y supersticiones mágicas. Las primeras rutas económicas y comerciales importaban especias exóticas del Lejano Oriente al Norte, nueces, aguas residuales, cítricos, dátiles e higos del Medio Oriente y caña de azúcar de los países del Este y del Sur.
En la Edad Media europea, estos raros ingredientes sólo estaban disponibles para monjes y nobles, y sus creaciones pasteleras eran pan de jengibre con miel y galletas de pan plano.
Lentamente, con el aumento del comercio, los hábitos alimentarios de los países occidentales han cambiado por completo.
Los soldados que regresaron de las cruzadas y los comerciantes árabes difundieron el uso de especias y recetas por todo Oriente Medio. También se organizaron gremios de panaderos en varias ciudades comerciales importantes de Europa Central.
A finales de la Edad Media, las especias ya eran ampliamente utilizadas por los hogares ricos de toda Europa, lo que mejoraba aún más las imaginativas técnicas de horneado de los pasteles.