El desarrollo de cualquier cosa tiene números fijos y variables. Hay reglas a seguir en el proceso de desarrollo de las cosas, pero también hay “variables” impredecibles que muchas veces resultan contraproducentes. Un pequeño cambio puede afectar el desarrollo de las cosas, lo que demuestra que el desarrollo de las cosas es complicado.
El meteorólogo estadounidense Edward. Lorenz analizó este efecto en un artículo de 1963 presentado a la Academia de Ciencias de Nueva York.