En España, todas las representaciones taurinas están programadas por la tarde. En una corrida de toros, tres matadores luchan contra seis toros, y cada toro lucha dos asaltos. Cada uno de los tres matadores está asistido por tres lanzadores de dardos y dos lanceros montados. Todo el proceso taurino consta de cuatro partes: provocación, lanza, dardos y pelea formal. Después de que el toro muere, aparece un carro de mulas vestido con adornos florales y se lleva al toro, y el torero recibe vítores, aplausos y flores del público. Los toreros gozarán del honor de tener orejas y rabo de toro, y ser llevados desde la entrada principal según el nivel de matanza de menor a mayor. Sin embargo, la corrida de toros es una actividad muy peligrosa y no es raro que los matadores mueran en el ruedo.
¿Cuál es el origen de la tauromaquia en España?
Las corridas de toros en España se originaron a partir de las antiguas actividades religiosas españolas (matar vacas como sacrificio a los dioses). En el siglo XIII, el rey Alfonso X de España comenzó a convertir este acto sacrificial en una función taurina. La verdadera función taurina nació a mediados del siglo XVIII. Actualmente existen en España más de 400 plazas de toros, la mayor de las cuales es la Plaza de Toros de Banyundas en Madrid, con capacidad para 25.000 personas. Hay un dicho popular en Banyundas que dice que sólo el matador que sale con éxito de la plaza de toros es el verdadero matador, por lo que este lugar se ha convertido en un lugar sagrado para los matadores. Cada año, de marzo a octubre, se celebra la Fiesta del Encierro Español, normalmente los domingos y jueves son días de corridas de toros (utilizando toros de pura raza africana que pesan 4.000 kilogramos).