Rodney King es un hombre negro corriente. Una noche de 1991, fue perseguido por la policía de Los Ángeles por conducir ebrio y exceso de velocidad, sin embargo, se negó a detenerse porque luego dijo que si lo atrapaban, violaría su libertad condicional y sería encarcelado. Más tarde, la policía lo detuvo y varios policías lo golpearon con porras. Un niño entrometido grabó esta escena y la vendió a la televisora. Luego de su transmisión, el público se enojó y exigió que se castigara al policía que golpeó al hombre. Sin embargo, los cuatro policías fueron absueltos tras el juicio en el tribunal inferior. Los negros de Los Ángeles (en 1992) aprovecharon la oportunidad para provocar disturbios, vandalismo, saqueos e incendios. Posteriormente, el caso tuvo que ser reexaminado. Como resultado, dos policías fueron condenados a la pena máxima de prisión y los otros dos fueron absueltos. Al final, Rodney King recibió una indemnización de un millón de dólares. Este es el incidente de la paliza a Rodney King.
En este incidente, los coreanos se unieron valientemente y construyeron fortificaciones en el techo de su propia tienda de comestibles (los coreanos sólo abrieron tiendas de comestibles en Estados Unidos) para montar ametralladoras y matar a cualquiera que viniera a robar la tienda. Un niño negro que vino a robar la tienda fue asesinado a tiros en el acto y nadie se atrevió a robar una tienda coreana. A partir de entonces, los estadounidenses miraron a los coreanos con otros ojos.