El Museo Cultural Moutai, cuya construcción tardó cinco años, se inauguró oficialmente en 1998. Hasta ahora, el número promedio de visitantes cada año es de aproximadamente 300.000, incluidos no sólo funcionarios gubernamentales nacionales y extranjeros, sino también muchos artistas y entusiastas de las bebidas alcohólicas. El museo está ubicado a orillas del río Chishui, con hermosos paisajes y una atmósfera majestuosa.
Cuando entres por la puerta del museo, serás recibido por una estatua del emperador Liu Che de la dinastía Han. Según los registros históricos, fue Liu Che quien estableció el mercado de licores, que no sólo aumentó los ingresos del tesoro en ese momento, sino que también tuvo un profundo impacto en las generaciones futuras. Según los registros, en el año 135 a. C., el emperador Wu de la dinastía Han probó el vino de salsa y lo elogió por su "dulzura".
El Moutai se llamaba Yibu en la antigüedad, y se demostró que Goujiang era un vino elaborado añadiendo frutas y granos del río Chishui en Renhuai, que es el predecesor del Moutai actual. Cuando entres en la Sala 1 del museo, verás algunos vídeos que presentan el origen del licor, especialmente el origen del Moutai y la evolución de su tecnología de producción.
Cuando salgas de la sala de exposiciones, verás una hilera de estatuas. Primero, verás una fila de enólogos. Detrás de ellos había bebidas en varias etapas, seguido por un hombre borracho. Siempre hay ocho salas de exposición con miles de objetos que muestran la producción de licores y el proceso de elaboración de cerveza desde todos los aspectos, y también se exponen varias vasijas de vino.
Lo más llamativo es la última sala de exposiciones que visitamos, que muestra una gran cantidad de vinos de todo el país, lo cual es impresionante. El guía turístico nos dijo que lo que más les importa a los turistas es la historia sobre el proceso de elaboración de Moutai. De hecho, lo que embriaga a los turistas no es el vino aquí, sino las diversas exhibiciones y muebles del museo y el persistente olor a vino en el aire, que los hace quedarse y olvidarse de regresar.