El trébol en la composición de la esquina.

Hoy descubrí accidentalmente el trébol en la esquina de la pared. Ese trébol de cuatro hojas es tan humilde, tan pequeño, pero también tan fuerte. Al caer sobre el polvo rodante, pasa tan desapercibido que nadie le presta atención y nadie le presta atención. Justo cuando estaba pensando en el problema, un fuerte viento rugió como un tigre valiente. El fuerte viento trajo relámpagos y pronto empezó a llover intensamente. La lluvia golpeaba las ventanas como innumerables dedos ligeros y suaves tocando pequeñas canciones elegantes. La lluvia paró y los pájaros empezaron a gorjear. Sentí que ese trébol debía haber sido roto por el fuerte viento, así que decidí salir y ver qué pasaba. Ah, me sorprendió que el trébol no sólo no estuviera roto, sino que también estuviera intacto. Dios mío, ¿es esta la vitalidad? La vitalidad en realidad hace que la hierba derrote al viento y la lluvia. Mi admiración surgió espontáneamente.