Encanto personal, poder de modelo a seguir
Los directores excelentes no sólo son líderes, sino también modelos a seguir. Sus palabras, hechos y encanto de personalidad tienen un profundo impacto en los profesores y estudiantes de la escuela. Aprenda a ser maestro y sea un modelo a seguir para los demás. Un director verdaderamente sobresaliente no sólo debe usar el poder para influir en las personas, sino también usar la personalidad para infectar a las personas.
Utiliza la sabiduría de las personas y aprovecha al máximo sus talentos.
Cada instructor tiene sus propias fortalezas y debilidades. Los directores deben ser buenos para descubrir y aprovechar al máximo las fortalezas de todos, para que cada docente pueda brillar en su puesto. Un entorno educativo de este tipo puede estimular al máximo el potencial de todos y permitir que todos sientan la alegría del éxito.
Relaciones armoniosas y desarrollo armonioso
Como parte de la sociedad, las escuelas necesitan vivir en armonía con diversas relaciones externas. Como líder de una escuela, el director debe ser bueno coordinando diversas relaciones, incluidas las relaciones dentro de la escuela, entre escuelas, entre la escuela y el departamento de educación, otras organizaciones y la sociedad. Sólo en un entorno armonioso y benigno las escuelas pueden lograr un desarrollo óptimo.