Quizás, como dicen, somos ignorantes, y en esta sociedad impredecible, hemos caído en la niebla; tal vez, como se muestra en la televisión, la gente sea esquiva. No somos buenos aprendiendo arte en este escenario lleno de actores. Pero, ¿podemos ver la prosperidad exterior desde nuestra perspectiva? ¡Comprenderás cuán involuntaria es nuestra resistencia!
Siendo realistas, los nacidos en los años 90 no somos pobres, y siempre nos enfrentaremos a miradas extrañas de los demás; falsamente, los nacidos en los años 90 no somos arrogantes, pero siempre se nos acusa de acusaciones injustificadas. ¿Cómo no voy a hundirme si repito esto una y otra vez?
Los jóvenes también se sienten vacíos y solos entre las multitudes. "La soledad es el carnaval de una persona; el carnaval es la soledad de un grupo de personas". Por eso, en el mundo virtual tratamos de encontrar otro tipo de felicidad y otro tipo de consuelo.
Hemos experimentado muchas acusaciones, abusos y ojos en blanco. No podemos encontrar consuelo, pero tenemos que soportarlo. No podemos soportar que nos lastimen cuando parecemos fuertes pero somos frágiles, pero queremos explicarlo pero resulta ser un encubrimiento. No es que no queramos abrir nuestro corazón para aceptar a los demás, ¡es que nadie quiere abrir la puerta y saludar!
Realidad y ficción, nos esperan en espacios diferentes; realidad y ficción, nuestros dos extremos van y vienen.