Lo mejor es llevar una hoja de trucos al examen final. También depende de quién supervisa el examen (especialmente los cuatro supervisores famosos). La supervisión de los exámenes no suele ser estricta. Después de todo, tengo que darte una tarjeta.
Por supuesto, no tienes que preocuparte demasiado por los exámenes finales. Es fácil. Simplemente lea un poco el libro y busque preguntas de exámenes anteriores. Si no funciona, pídele al maestro que te envíe algo y mira si puede mostrarte las preguntas. Tengo una idea. Hazle preguntas al profesor (sobre los temas del examen, o tipos de preguntas, niveles de dificultad, etc.), y no tendrá motivos para rechazarte. Pregunta y charla, y en ocasiones el profesor te dará algunas pistas de forma intencionada o no. Esto es para dejar una buena impresión en el profesor y hacerle sentir que te preocupas. Es mejor recordar tu nombre para que pueda ser indulgente al corregir el trabajo. Recuerde, no responda el papel en blanco aunque no sepa cómo.
La suspensión del examen final afectará al título de grado, y también se verá afectado el certificado de graduación. Lo mejor es hacerlo una vez.
Después de realizar el examen, uno de mis compañeros suspiró: ¡Fue tan fácil que debería haberlo sabido mejor y reprobar algunas materias más!
Ten confianza, aprobarás. Ja ja. ¡Buena suerte!