Una vez corrí silenciosamente detrás de la casa. Detrás de la casa hay un árbol espinoso y en la esquina sólo hay unos 30 centímetros de espacio abierto. Me puse de puntillas, tratando de ver algo desde atrás: la única ventana en esta misteriosa cabaña. Sin embargo, esa ventana era demasiado alta y tenía muchas ganas de saltar hacia abajo, aunque fuera en el momento en que se levantaba, sólo para echar un vistazo. Pero era demasiado tímido porque había un árbol espinoso detrás de mí y mi equilibrio era de sólo 30 cm. Por eso siempre me han parecido muy molestos estos árboles. ¿Por qué no plantar algunos árboles sin espinas para no tener que preocuparme por quedarme atascado?
Me he estado preguntando ¿qué hay aquí, la oficina donde la escuela solía celebrar reuniones secretas? ¿Es la “Cueva Sutra” de la escuela? ¿O hay algún tesoro desconocido? No mucha gente presta atención a esta pequeña habitación, pero a mí sin duda me resulta curiosa. Tengo muchas ganas de abrirlo de repente algún día, esté ahí o no, aún puede satisfacer la curiosidad de la gente.
En el campus, en realidad, hay muchas cosas extrañas, pero aún no las hemos descubierto.