Memento mori se puede dividir en segmentos, bloques y piezas, y también se puede describir como un largo río de memoria. Las gotas de agua forman ríos y un grano de arena se acumula desde el desierto del Sahara. La forma colectiva de memoria es relativamente completa y fácil de buscar y localizar, mientras que parte de ella se derrama o se escapa de los dedos, lo que se llama memoria de muerte.
Debido a omisiones y olvidos intencionales o no, estos fragmentos no se pueden clasificar de manera efectiva en una categoría de inventario de memoria clara, pero parpadean en la oscuridad de vez en cuando, lo que hace que las personas se sientan familiares y desconocidas entre prestar atención y ignorándolos.