1. Aprende a controlar la cuerda
Primero mide la longitud de la cuerda y duplica la longitud de la cuerda debe ser desde la axila hasta el suelo.
Luego coloca tus manos a ambos lados de tu cuerpo para mantenerlas verticales, es decir, tus codos están en ángulo recto con tus brazos.
Primero sujeta ambos extremos de la cuerda superior con tu mano derecha, comienza a agitar, gira repetidamente hasta que tu mano derecha pueda moverse libremente, luego cambia a tu mano izquierda y haz la misma acción.
2. Coordinar inteligentemente las acciones de las dos primeras etapas.
(1) Salta con los pies juntos y realiza un movimiento de rebote.
La mayoría de saltadores de cuerda utilizan este método. Primero, no necesitas una cuerda, simplemente salta al suelo con los pies y cuenta 1-2-1-2 mentalmente. Salta lo suficientemente alto como para que la cuerda pase por las plantas de tus pies para que el movimiento de rebote sea menos extenuante. En otras palabras, 1-2-1-2 equivale a uno pesado y otro ligero.
¿Cómo aprenden los principiantes a saltar la cuerda?
Cuando saltas fuerte, la cuerda pasa por debajo de tus pies. Cuando saltas ligeramente, la cuerda pasa por encima de tu cabeza. Todo lo que tienes que hacer es seguir esta regla y saltar unas cuantas veces.
(2) Saltar con ambos pies juntos, sin efecto rebote.
Este es un método de salto continuo. Cada vez que saltas, la cuerda pasa por tus pies. La velocidad lenta puede aumentar la dureza de las piernas, mientras que la velocidad rápida puede aumentar la resistencia y consumir grasa.
3. El ritmo debe seguir el ritmo de la cuerda.
Nuevamente, gira la cuerda como en la primera etapa, pero escucha atentamente el sonido de la cuerda tocando el suelo, conectando cada sonido en un ritmo. Ahora, no sólo estás dejando que la cuerda gire, sino que también saltas con los pies. Practica hasta que tus pies puedan seguir el ritmo de la rotación de la cuerda, de modo que tus manos y pies se muevan a la misma velocidad.