El fenómeno de "el dinero malo expulsa al dinero bueno" no sólo existe en la era de la circulación de monedas, sino también en la circulación de billetes. Todos gastan los billetes sucios, dañados o las incómodas monedas de cinco centavos lo más rápido posible, dejando dinero limpio y ordenado. Este fenómeno también se puede ver en todas partes en la vida real. Por ejemplo, cuando se viaja en autobús o metro entre semana, las personas que hacen fila de acuerdo con las reglas siempre están demasiado apretadas para subir al autobús, mientras que aquellos que no siguen las reglas a menudo suben primero al autobús y ocupan asientos o tiempo. Finalmente, la cola para subir al autobús se hizo cada vez más pequeña. Cuando llegaron los vehículos, todos se apresuraron a llegar allí. Cada viaje era como una guerra y era miserable. Por poner otro ejemplo, en algunas unidades donde las comidas en una sola olla son populares, no hay diferencia en el trato y las recompensas, independientemente del rango, el trabajo duro o el desempeño. Por lo tanto, aquellos que son jóvenes y capaces y tienen altos niveles de habilidades han ido a buscar otros trabajos, mientras que el resto son viejos, débiles, mediocres y superficiales. Esto también es "el dinero malo expulsa al dinero bueno". Además, la corrupción en la burocracia se propaga como una plaga, y quienes no aceptan sobornos sólo sufrirán pobreza. Y cuando todo el mundo es codicioso, los que viven solos suelen ser considerados extraños y no tienen dónde vivir, por lo que se ven obligados a aceptar, de lo contrario serán excluidos. Finalmente, hay cada vez menos funcionarios honestos y la supervivencia se vuelve cada vez más imposible. Éste es el principio de que el dinero malo expulsa al dinero bueno.
La importancia social de que el dinero malo expulse al dinero bueno es alertar a las personas, en lugar de fomentar algunos malos hábitos y dejar que los malos hábitos afecten las costumbres sociales. Algunas cosas malas deben controlarse y suprimirse a tiempo para impedir su crecimiento, de modo que las costumbres sociales se corrompan. La razón por la que el dinero malo puede expulsar al dinero bueno radica en la asimetría de la cognición de las personas. La apertura y la transparencia de la información también pueden limitar eficazmente el fenómeno de que el dinero malo expulse al dinero bueno.