Cómo hacer costillas de cerdo con sabor a salsa:
1 Lava los huesos grandes que compraste y ponlos en una olla a hervir el barro.
2. Luego enjuágalo con agua fría y mételo en la olla.
3. Pon aceite en la olla. Después de calentar, añadir el anís, el pimiento rojo pequeño, un poco de cebolla verde, los dientes de ajo y las rodajas de jengibre y un poco de azúcar. Después de darle sabor, apague el fuego y agregue la cantidad adecuada de masa y salsa de soja, según su gusto personal. Sal
4. Añade agua a la salsa de fideos fritos y viértela en una olla con huesos agrandados. Agregue la cebolla, el ajo, el anís, el vino de cocción, la salsa de soja y la sal. Agregue la salsa de soja y sal al gusto personal.
5. Cocine a fuego lento durante tres horas y media a cuatro, luego sáquelo de la olla y cómelo.
El valor nutricional de las costillas de cerdo con sabor a salsa:
Las costillas de cerdo son el mejor alimento cárnico para complementar la nutrición proteica. Ya sea estofado o guisado en sopa, todo sabe bien, especialmente el valor nutricional de las costillas de cerdo con sabor a salsa, que es innegable para todos.
Las costillas de cerdo con sabor a mao son un alimento favorito, ricas en lecitina, mucina de huesos y colágeno. Las personas mayores suelen comer sopa de costillas de cerdo para prevenir la osteoporosis. En personas de mediana edad y mayores, la microcirculación se altera. El colágeno de las costillas puede limpiar la microcirculación, mejorando así los síntomas del envejecimiento y desempeñando un papel antienvejecimiento.
En resumen, las costillas de cerdo tienen un alto valor nutricional y tienen los efectos de nutrir el yin e hidratar la sequedad, reponiendo la esencia y la sangre. También proporciona proteínas y grasas de alta calidad necesarias para las actividades fisiológicas humanas, especialmente calcio rico para mantener la salud ósea.
A algunas personas les gusta lavar las costillas en agua caliente antes de cocinarlas. De hecho, este enfoque es incorrecto, porque hay una sustancia llamada mioglobina en las costillas, que se disolverá en agua caliente, reduciendo así el valor nutricional de las costillas y afectando negativamente el sabor de las costillas.