Pero la razón por la que te dejé salir a estudiar y convertirte en profesor ahora es porque me preocupa que estés atado a los asuntos mundanos en casa y no puedas concentrarte en tus estudios. Al mismo tiempo, entre padre e hijo, no quiero apresurarme y culparte todo el día. Y no hay amigos en casa para discutir contigo y adquirir conocimientos, por eso quiero que salgas a caminar.
¿Es esto?